La traducción automática (la traducción de un texto realizada por un software de computadora; podés leer más acá) está cada vez más presente en nuestro día a día. Puede ser una forma de acceder a contenido rápidamente mientras se espera una traducción o para resolver situaciones en las que se requiere una traducción “suficientemente buena”.

La traducción automática, además, puede ser la base para el trabajo de posedición de un traductor humano, pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de posedición?

Según TAUS, es el proceso mediante el cual se mejora el resultado de la traducción automática y puede involucrar editar, modificar, corregir o incluso reescribir los resultados de la traducción automática para garantizar que el texto cumpla su función.

Tipos de posedición

No todos los textos pueden pretraducirse con traducción automática (los textos publicitarios, por ejemplo), ni todos los motores son iguales ni producen la misma calidad de pretraducción. Sin embargo, existen dos tipos de posedición que se pueden realizar: la posedición rápida (o light) y la completa (o full). En ambos casos, el lingüista debe asegurarse de que el texto traducido transmita el significado del texto original y de que no tenga errores graves, pero se diferencian en la profundidad de las correcciones y la fluidez y naturalidad del texto final.

La posedición rápida puede utilizarse para material que tendrá distribución limitada, será de uso interno, tendrá poca visibilidad y duración, y cuando se cuenta con bajo presupuesto*. En este caso, la posedición busca corregir errores graves y que el texto proporcione comprensión y precisión básicas, que no sea ofensivo y que la terminología sea comprensible y útil. Se aceptan errores menores de gramática, puntuación u ortografía, y variaciones de uso. Además, el formato y el estilo no son importantes.

La posedición completa, en cambio, busca que el texto poseditado sea lo más parecido posible a un texto traducido por un ser humano, por lo que se aplican procedimientos más complejos. Este tipo de posedición se utiliza para material de mayor alcance y permanencia, y en el caso de proyectos con más presupuesto*. En este caso, la gramática, la puntuación y la ortografía deben ser correctas y constantes; la terminología debe ser precisa y consistente. Además, el estilo y tono deben ser los apropiados para el contenido, y el formato debe imitar el original.

Cuando se realiza posedición completa, en general se trabaja con guías de estilo, glosarios y memorias de traducción que deben respetarse, así como con otro material de referencia. En este caso, los poseditores utilizan procedimientos complejos para corregir los resultados de la traducción automática de forma tal que el resultado parezca traducción humana. Los profesionales que realizan posedición cambian las oraciones confusas y reordenan las palabras según sea necesario para transmitir el sentido correcto de manera fluida y agregan partes o eliminan frases o palabras redundantes para garantizar la precisión. Corrigen la terminología y aseguran la coherencia con los glosarios y las referencias, y buscan los términos de marcas o productos. Trabajan con los materiales de referencia, tanto dentro como fuera del texto, e imitan el formato del original.

Errores comunes de la traducción automática

Si bien los errores de la traducción automática varían según el tipo de motor, el entrenamiento y el área del texto, los errores pueden clasificarse en algunas áreas generales.

Palabras faltantes. Pueden faltar palabras principales que cambian el sentido o palabras secundarias que no afectan.

Orden de las palabras. Es posible que la traducción automática no respete el orden natural del español. Este tipo de error suele verse en sintagmas nominales, la subordinación, la voz pasiva, etcétera.

Palabras incorrectas. Puede tratarse de palabras que cambien el sentido de la oración, como en el caso de las palabras ambiguas (ser/estar). También puede utilizarse la palabra correcta, pero en forma incorrecta, como en la concordancia de género y número, los tiempos y los modos verbales (el subjuntivo es siempre un problema). El motor puede agregar palabras o tener errores estilísticos, como la repetición de palabras en el contexto cercano o no utilizar palabras del glosario. Es posible que tampoco reconozca las expresiones idiomáticas (“un ojo de la cara”).

Palabras desconocidas. Puede no reconocer neologismos, acrónimos o siglas, entre otros.

Puntuación/ortografía. Puede no aplicar la puntuación u ortografía correctas o actualizadas del idioma de destino.

Conclusión

La posedición es un campo nuevo que está cada vez más presente en el mundo de la traducción y que cambia la forma en que nos relacionamos con los textos. En sus dos formas, rápida y completa, presenta nuevos desafíos y oportunidades para los traductores y para los clientes de traducción, de los que hablaremos el próximo post, Detrás del clic III.