El mes pasado, abrimos consultorio Shift y compartimos sus dudas y consultas sobre traducción, ¡pero eran tantas que no nos alcanzó un solo artículo! Acá va la segunda parte.
Me da miedo no poder mantenerme como traductora y no conseguir trabajo.
¡A todos nos pasa! Lleva tiempo poder vivir a tiempo completo de la traducción, pero se puede. Requiere tiempo y paciencia; sí: TIEMPO Y PACIENCIA. Hasta alcanzar ese momento, podés combinar la traducción con otros trabajos relacionados con los idiomas.
Me da miedo la (no) constancia del flujo de trabajo como freelancer.
Esto suele dar algo de miedo al principio, pero con el tiempo se aprende a tener una cartera variada y a diversificar los ingresos. Para combatir este miedo, además, es una buena práctica llevar un registro de los proyectos del mes: de esta manera, se pueden prever períodos con menos ingresos y poder actuar en función de la información. Además, como independientes, es bueno contar con un fondo de emergencia para los momentos en que no hay mucho trabajo o no podemos trabajar.
Consejo: si ningún cliente escribe para ofrecer trabajo, podés escribirles vos para contarles que tenés disponibilidad y que podés ayudarles. Muchas veces, esa actitud genera que nos asignen proyectos.
Me da miedo traducir y que nadie me corrija. ¿Qué pasa si me equivoco en algo grave y perjudico al cliente?
Asegurate de que siempre haya una editora que lea tu traducción antes de entregarla al cliente. Si trabajás con agencias de traducción, lo más probable es que este paso sea de rutina en su proceso. Si tu cliente no trabaja con una editora o si no sabés cuál es su proceso y no te responden cuando preguntás, podés trabajar con algún colega que haga las veces de editor o contratar a un editor externo. En cualquiera de los casos, siempre pedí un documento comparado para ver las correcciones y aprender de tus errores. Otro consejo es dudar de absolutamente todo y controlar todos los detalles, preposiciones, definiciones, etcétera, para estar más tranquila al traducir.
No sé por dónde empezar a buscar trabajo.
Hacé cursos de marketing para saber cómo venderte y presentarte en el mercado. Además, identificá tus puntos fuertes para poder aprovecharlos al máximo al momento de ofrecer tus servicios. Mientras esperás a que lleguen los clientes, organizate. Pensá cuáles serán tus tarifas, cómo vas a cobrar tus servicios, qué herramientas vas a usar. Aprovechá el tiempo para preparar lo más que puedas y anticiparte a las consultas de los clientes.
Sé cuáles son mis puntos débiles, pero no sé cómo mejorarlos.
¡Lo bueno es que ya sabés cuáles son! Podés juntarte con colegas para evaluar cómo trabajar sobre esos puntos, qué estrategias se les ocurren y, quien sabe, hasta puede surgir una alianza.
¿Qué tan efectivo es LinkedIn para insertarse en el mundo de la traducción?
Es efectivo, pero requiere un trabajo arduo porque no es solo crearse un perfil y sentarse a esperar. Hay que interactuar con colegas, participar y compartir conocimientos.
Me preocupa no encontrar diccionarios o glosarios de los temas que tengo que traducir.
Usá siempre recursos confiables (páginas oficiales, diccionarios conocidos, organismos con páginas en varios idiomas, etcétera). Muchas veces, no vas a encontrar la respuesta en un diccionario, sino que tendrás que hacer trabajo terminológico hasta encontrar las equivalencias. Con el tiempo, y a medida que te especialices, vas a ir armando tu propia lista de recursos confiables adaptados a tus necesidades.
Además, te contamos que en nuestra página web podés encontrar una sección de Recursos en la que incluimos una lista de los recursos que usamos nosotras en nuestro trabajo todos los días (glosarios, diccionarios, asociaciones profesionales).
Soy traductora, pero no he traducido desde que me recibí porque tomé otro camino laboral. ¿Podría armar una agencia de traducción o es esencial ser parte del staff de una agencia?
Nuestra sugerencia es que primero te insertes en el mercado para conocer cómo funciona y qué roles podés cumplir en él. Podés ser profesional independiente y trabajar con diferentes agencias y clientes directos, ser parte de la planta de traductores contratados por una agencia o probar en otros roles dentro de la industria (por ejemplo, gerente de proyectos). Cuando conozcas el mercado y todas las opciones que tiene para ofrecer, podrás decidir qué camino tomar.
¿Es necesario tener un portfolio? ¿Cómo lo armo?
En nuestra experiencia, pocas veces nos han pedido portfolio, aunque hay empresas que lo solicitan, o podés ofrecerlo como una alternativa a una prueba de traducción. Si tenés página web o blog, podés traducirlos y utilizarlo como portfolio. Si vas a usar otros textos, tené cuidado con la confidencialidad. Una buena práctica es tomar textos que ya están publicados en línea sin traducción y traducirlos para preparar el portfolio.
Si tenés otras dudas y consultas, podés leer la primera parte de este artículo, escribirnos a hello@shiftlanguages.com o visitar nuestro Instagram. Siempre compartimos información interesante para traductores.
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